¿cuánto tiempo perdí yo para poder entender
el tremendo desperdicio que sería no creer?
mil preguntas sin respuestas. solo eso podía ofrecer
entre pleitos y silencios, la batalla iba a peder
¿cuántas horas viendo al cielo en busca de una salida?
intentando pretender que sola me las podia
sumergida en tiempos muertos, mi vida no era vida
pretendiendo estar contenta cuando mi alma padecía
al mirarme en el espejo solo errores pude ver
vi lo inutil que sería la alegría pretender
ser consciente del gran daño que yo misma provoqué
al undirme en el abismo de mentiras que creé
de pronto todo cambió por completo en mi vida
cuando el vino a mi encuentro en una noche muy fría
no era burla, no era juicio lo que en sus ojos veía
sino un cálido abrazo, la mas dulce bienvenida
todo el daño que causé, el dolor que provoqué
toda falla, y todo error, de pronto yo recordé
la culpa se hizo tan grande cuando estaba frente a él
de pronto me supe indigna al estar cerca de él
entonces baje la vista, no podía contener
el poder que su presencia provocaba en mi ser
fue entonces que en sus manos y en sus pies yo pude ver
-estas marcas y heridas, son por ti, me dijo El.
yo le quise confesar, me sentía arrepentida
de la sucia condición en la que estaba mi vida
sentí un fuego en mi interior que de pronto consumía
era el fuego abrazador de su amor que me cubría.
Hija mía yo pagué precio de sangre por ti
nueva vida te daré si decides creer en mi
a sus pies yo me postré y mi vida le rendí
¿que más puedo yo hacer para que vivas en mí?
no hace falta, dijo El, ya lo acabas de decir
has dispuesto a mi tu vida, yo conozco tu sentir
te corono mi princesa y guerrera en pos de mi
solo espera vigilante cuando venga yo por ti
a llevarte a mi morada muy gloriosa y celestial
que dispuse para quien se guarde hasta el final
quien consagra a mi su vida sin duda merecerá
poder verme cara a cara por toda la eternidad
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